domingo, 15 de junio de 2008

JOHNNY WINTER:Bluesman superstar


"Una noche, a finales de 1962, mi hermano y yo fuimos a ver a tocar a B.B.King a Raven. Éramos los únicos chicos blancos entre un millón de negros y no pasábamos precisamente desapercibidos. Algunos de nuestros amigos sabían que mi gran aspiración era tocar por lo menos una vez con B.B. King. Así que le hablaron y él pareció muy sorprendido: me pidió que le enseñase el carnet del sindicato de músicos, yo se lo enseñé y entonces él aceptó, pero advirtiéndome: "sin duda tú no conoces mis canciones", "oh, no -respondí-. Conozco todas sus canciones". De esta manera empezamos a tocar y creo que lo hice bién; el público aplaudía y B.B. King me dijo que me convertiría en un músico importante en el transcurso de poco tiempo. Algunos años más tarde lo encontré de nuevo y él se acordó de mí, me felicitó por mi carrera y por mis discos. Realmente es un gran personaje". Hay músicos que pasan a la historia por su aspecto, más que por sus méritos artísticos. En el caso de Johnny Winter, el bluesman que nos visita en la esta décima edición, no hay malentendido posible: su guitarra indómita, pero también las llamas blancas de su cabellera le tienen reservado ya un sitio en las enciclopedias ilustradas. El veterano instrumentista texano hará un concierto único en España dentro de su gira europea del 2007, realizando una parada para disfrutar de las noches mágicas de la vega granadina, cuando sus años más peleones en el mundo de la música quedaron atrás. Johnny Winter luce ya 63 primaveras y, desde hace 49, anda subiéndose a los escenarios, decidido a que fuera la guitarra eléctrica y no el clarinete su instrumento de guerra. Con todo, lo que nadie puede dudar es la escuela que tienen sus dedos. Cada una de sus actuaciones sigue siendo una celebración de las raíces bluseras... La inauguración de una autopista de ida y vuelta entre el blues y el rock, principios de su educación sentimental, allá por los años 50, que vieron crecer a Johnny Winter entre el country y la música cajún, con ganas de soltarse el pelo en las cantinas de los cantantes negros. Johnny Winter viene del sur segregacionista, donde cantaba a los cuatro vientos que un blanco como él, por ende albino, hiciera música de color. Pero gracias a su empeño, a su devoción por Muddy Waters y a sus estancias en Chicago, seguimos escuchando hoy, de su mano, versiones estupendas de los clásicos del género

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